Comunicación en campaña electoral
En el libro “Cómo diseñar campañas políticas exitosas” de Alfredo Dávalos López podemos ver claves esenciales sobre la perspectiva de la comunicación durante la campaña electoral.
Toda campaña política es un evento de comunicación que termina por convertirse en un concurso de popularidad, es por eso que se vuelve fundamental entender que el 90% de las decisiones humanas son emocionales, aunque justificadas por la razón.
Las emociones que pueden provocar los candidatos en los electores pueden ser mucho más fuertes que la razón.
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Si el mensaje es estratégico, puede ser capaz de persuadir, motivar, convencer, movilizar pero sobre todo llegar a tocar las fibras más sensibles y en algunos casos tocar el corazón de la gente. Para ello es necesario poder tener un asesoramiento profesional que establezca una estructura para tan diversos objetivos y públicos.
Schwartz menciona que “Una comunicación efectiva es aquella que toca las cuerdas emotivas”.
De tal forma que el éxito de una campaña política debe estar basado en emoción, más emoción, más emoción, porque los seres humanos somos seres meramente emocionales.
Toda campaña política es un evento de comunicación que termina por convertirse en un concurso de popularidad. Es por eso que se vuelve fundamental entender que el 90% de las decisiones humanas son emocionales.
Un candidato debe entender que las preguntas, preocupaciones y cuestionamientos que tiene la gente son mucho más importantes que las propuestas que se plantean durante una campaña desde la visión del candidato y su equipo.
Las cuales en algunas ocasiones no corresponden a la realidad de la gente y por lo general son generadas a sus espaldas.
Comunicación: La elección de temas
Para que la comunicación tenga éxito durante la campaña, debe estar basada en aquellos temas que les quitan el sueño a los electores y sobre lo que realmente les interesa.
Por lo general en las campañas políticas los temas siempre son los mismos y conocidos por todos. Lo importante es como los jerarquizamos y les damos importancia dependiendo de cada uno de los segmentos de electores.
En general, la temática de esta oferta, ideas o mensajes, abarca propuestas de diversos tópicos como: pobreza, educación, salud, empleo, seguridad, vivienda, globalización, etcétera.
Al respecto, Polanco señala que en cuanto a las promesas se refiere, podemos decir, que se fincan en los móviles resultados arrojados por los sondeos de opinión.
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Seguridad, educación, salud pública. Bienestar económico, empleos, inversión extranjera. Paz social, igualdad, derechos humanos. También Legalidad, transparencia, honestidad. Participación ciudadana, apoyos económicos, atención a los más desprotegidos.
Estos, y otros más, son los tópicos que todos los candidatos prometerán atender. Pero pocos destinarán recursos y estrategias para vincular estos tópicos en temas concretos que sean objetivos comunicables, asequibles y fundamentales para el elector.
Es por eso que los mensajes políticos deben incluir aquellos temas de interés ciudadano y deben diseñarse en función de las necesidades del grupo. Así, como en sus problemas, soluciones y los valores de la comunidad. Para que el mensaje sea realmente efectivo debe cumplir los principios básicos de la comunicación de masas.
Por ejemplo, considerar la necesidad de emplear campañas que generen respuesta al muy corto tiempo. Su forma de hacerse está basada en las campañas comerciales y básicamente debe cumplir a plenitud la técnica AIDCAI: Atención, interés, deseo, convicción, acción e interacción.